Vuelta al cole… con buena vista

Tras las vacaciones de verano llega la vuelta a las aulas, y aunque todos los padres equipan a sus hijos con mochilas, libros, uniformes, etc., hay un aspecto que se olvida muchas veces y que será la clave para el desarrollo del niño y su progreso académico: la visión. Según los últimos informes PISA, el número de fracasos escolares en España supera la media europea, y en uno de cada tres casos, se relaciona con un problema de visión. Ante estos datos, la asociación de utilidad pública Visión y Vida se prepara para la segunda edición de su campaña de sensibilización y revisión visual Ver para Aprender, que el año pasado llegó a más de 500 municipios gracias a un equipo de más de 1.500 optometristas voluntarios.
De cara al nuevo curso escolar su presidente, Salvador Alsina, nos da algunas claves que los padres deben tener en cuenta para cuidar la visión de los niños: realizar una revisión visual en el primer trimestre, limitar el uso de pantallas y fomentar las actividades al aire libre para que los ojos de los pequeños se desarrollen correctamente, fomentar una dieta rica en vitaminas y proteínas, cuidar la postura y la iluminación en el espacio de estudio evitando que el ojo se sobre-esfuerce, estar pendiente de las señales de alerta que puede mandar el niño tales como problemas a la hora de leer, confusión de letras o enrojecimiento de los ojos y, por último, realizar revisiones periódicas y dejarse asesorar por los profesionales ópticos, que aconsejarán siempre las mejores opciones para cada pequeño.
Desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas –CGCOO–, también inciden en la necesidad de realizar una revisión visual a los niños tras las vacaciones estivales, ya que el aprendizaje en las aulas depende en gran medida de la visión, por lo que resulta básico realizar revisiones periódicas en las edades más tempranas, con el objetivo de descartar defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía, astigmatismos, pero fundamentalmente la ambliopía u ojo vago, uno de los problemas visuales que más afecta al retraso escolar. “Hay que tener en cuenta que la ambliopía incapacita al estudiante para fusionar las imágenes del ojo derecho e izquierdo y obtener una imagen única y tridimensional, por lo que esta disfunción da lugar a fatiga visual, malestar y afecta considerablemente a la eficacia de la lectura y el aprendizaje”, explica Juan Carlos Martínez Moral, presidente del CGCOO.
El ojo vago afecta sobre todo a niños menores de 7 años, que presentan una agudeza visual inferior a menos de la mitad de lo considerado normal, por lo que es necesario un tratamiento específico llevado a cabo y controlado por ópticos optometristas. Estos tratamientos son más eficaces cuanto más joven es la persona, tiene una fase crítica, tras la cual la recuperación no es posible, de ahí la importancia de la detección temprana.
Las revisiones periódicas son la mejor baza para detectar problemas visuales en los pequeños, pero desde el CGCOO nos dan una serie de consejos a tener en cuenta:

• Prestar atención a si el niño se acerca mucho a los libros o a la televisión.
• Distracción continuada al leer y baja comprensión de lo leído.
• Valorar si el niño se fatiga cuando está sometido a estímulos visuales.
• Mala escritura a mano.
• Si el niño acusa de tener la visión borrosa, tanto de lejos como de cerca.
• Fijarse en  si entorna los ojos para mirar o fijarse en detalles lejanos.
• Observar si adopta posiciones de tortícolis (cuello torcido) cuando lee o hace los deberes, que a la larga pueden manifestarse como dolores de cuello o espalda.
• Astenopía (visión borrosa, fatiga visual y dolor de cabeza) con frecuencia.
• Hiperactividad durante la clase.
• Inversión de letras.
• Bajo rendimiento escolar.

En definitiva, muchos de los síntomas de deficiencias visuales pueden confundirse con síntomas que también aparecen en algunos trastornos del aprendizaje. “Y algunos trastornos del aprendizaje llevan asociados problemas de visión, por lo que, siempre que un niño tenga dificultades con sus tareas escolares la primera estrategia es buscar las causas que las producen a través de la participación de maestros, psicólogos y ópticos-optometristas”, concluye Juan Carlos Martínez Moral.