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Essilor: la vanguardia en lentes especiales

ESSI-G-GREY-ENGEn el rincón más recóndito de la Meuse, en la más antigua de sus fábricas históricas, el gigante mundial de las lentes oftálmicas, Essilor fabrica lentes especiales para los problemas de visión más graves, un nicho de mercado rico en innovaciones, con una combinación de artesanos del vidrio y la tecnología más avanzada.
La apariencia de la fábrica de Essilor en Battants, Ligny-en-Barrois, fundada en 1867, puede llevar a confusión: tras su fachada anticuada, con las viejas iniciales “SL”, del nombre de una de las compañías de lentes que dieron origen al grupo francés, este centro alberga un laboratorio único en el mundo.
“Es el único centro del grupo donde se pueden fabricar lentes con correcciones extremas, es decir, a partir de una dioptría de -14 para la miopía y de +8 para la hipermetropía”, según Marc Stéphan, Director de la fábrica, donde se encuentra la unidad “SL Lab”, con sus 91 empleados dedicados a las lentes especiales.
Los problemas de visión (ametropía) especiales, debidos a malformaciones congénitas o traumatismos oculares, afectan a cerca de una persona de cada 1.000, es decir, a 60.000 en Francia. SL Lab produce 120 lentes al día adaptadas a dichas patologías.
Son cifras minúsculas en comparación con los 4.300 millones de personas que requieren corrección visual y los 430 millones de lentes clásicas producidas por Essilor al año en todo el mundo.
“No es la panacea en términos de rentabilidad”, reconoce el Director General de Essilor Francia, Ludovic Mathieu, ya que algunas lentes especiales tardan hasta 10 o 15 días en fabricarse, con maquinaria modificada y personal especializado formado durante 2 ó 3 años.
Tras la recepción de los pedidos, el laboratorio calcula las importantes correcciones que deben realizarse. A continuación, se procede al moldeado de las lentes cóncavas y convexas en el centro, el pulido de las lentes, pegado, control…
Pero “todo lo que aprendemos fabricando lentes especiales repercute en innovación en todo el grupo”, considera el Sr. Mathieu. “Cuanto más capaces seamos de resolver problemas complejos, mejor resolveremos las cuestiones simples”.
Y sin estos productos atípicos, “todo este conocimiento podría perderse”, afirma; ya que los grandes grupos de la fabricación de lentes oftálmicas, como el alemán Zeiss o el japonés Hoya, se concentran más en las correcciones clásicas. “No hay muchas otras empresas del sector de la óptica que puedan fabricar lentes a mano”, confirma Gilles Renard, Director Científico de la Sociedad Francesa de Oftalmología (SFO) en París.
Por tanto, estas lentes especiales son “indispensables”, ya que ciertas situaciones son “imposibles de corregir de otra forma”, puesto que el ojo puede rechazar las lentillas especiales y la cirugía láser actual solo trata ametropías leves, según el Sr. Renard.
Adiós a los “culos de botella”
En diciembre, los equipos de SL Lab batieron un récord mundial de corrección visual, al tallar lentes para una dioptría de -104 para un cliente eslovaco. El récord anterior, en manos de Essilor, se encontraba en -76.
“Esta persona, casi ciega hasta entonces, nos contó que desde entonces, puede leer su correo y se siente más segura al bajar las escaleras”, afirma orgulloso Stanislas Poussin, responsable de la actividad de lentes especiales de Essilor.
Asimismo, SL Lab se esfuerza por mejorar la estética de las lentes especiales, para acabar con los “culos de botella”; unas lentes gruesas que “subrayan una discapacidad”, según el Sr. Poussin.
Así, las lentes especiales cada vez son más finas, y gracias a los materiales orgánicos, más ligeras. Desde principios de enero, SL Lab incluso ha logrado hacer desaparecer las líneas de las capas en las lentes especiales, para obtener mejores resultados estéticos.
Essilor pretende distribuir por todo el mundo sus lentes especiales, que a día de hoy se comercializan en el mercado francés y europeo. El objetivo consiste en duplicar la producción de aquí a 2017, con una cuota de exportación del 60%, frente al 25% actual.
Asimismo, el grupo se interesa también por el potencial de las gafas denominadas de “realidad virtual”, una especie de versión médica de las Google Glass, dotadas de una mini-cámara cuyas señales se proyectan en la retina. Varias personas con problemas de visión en Francia están probando actualmente prototipos en asociación con un consorcio de empresas.